Este Restaurante me ha dejado sin palabras, mis felicitaciones y agradecimiento por todo!! Me llevo un recuerdo maravilloso, al igual que de todo el complejo, prometo volver...
Una delicia y un placer para los sentidos. Volveré sin dudarlo. Totalmente recomendable. Magnífica comida, presentación, servicio, bodega.
Es un Restaurante con vistas espectaculares donde brilla sobre todo la calidad y originalidad de su menú, seguido, muy de cerca, por la extraordinaria profesionalidad y amabilidad de su servicio. Comida excelente y deliciosa, Un lugar perfecto, fantástico, genial, magnífico. De ensueño. Un templo de la gastronomía.
Orobianco, even zoeken maar daarna een fantastisch uitzicht en fantastisch eten. Je denkt hele kleine porties maar bij vertrek ben je vol. Goed en voldoende personeel met allen hun eigen taak die op hoog niveau worden uitgevoerd. Nog geen michelinsterren hier maar dat gaat niet lang duren. Een aanrader!!
It was a very nice evening and we enjoyed our meal
It was outstanding
Wil Schijf
Lovely restaurant, fantastic service! Make a reservation so you have a balcony seat overlooking the magnificent view!
Un restaurante con vistas espectaculares y una gastronomía exquisita.
Zeer fijne en delicate gerechtjes. Fantastisch uitzicht over Calpé. Sterwaardige keuken in een prachtig complex.
Más allá de la calidad de la comida, indiscutible, de las maravillosas vistas y el buen ambiente de la sala, un trato exqusito y a la vez cercano que multiplica lo agradable de la experiencia.
Tenía muchas ganas de probar este restaurante que tanto me habían recomendado,excelente comida y servicio con unas vistas espectaculares. ¡Volveré!
Lugar maravilloso, la comida y presentación todo un espectáculo diferentes explosiones, entre sabores , texturas y sabores.. el servicio impecable , cordial, atento, educado.. para momentos especiales y no.. altamente recomendable!
One of the best diners the last years!!! And most important, a great wine list.
rodolfo barbosa garcia
+5
Precioso restaurante con vistas a Calpe. El servicio muy agradable y profesional. Estábamos solos pero nos hicieron sentir muy bien acompañados. Muy cercanos. Un comida con muchos pases sorprendentes y con una gran elaboración. El tartar de calamar y el corzo espectaculares. Creemos que no debe andar lejos de su segunda estrella, se la merecen. Muchas gracias por todo y seguro que volveremos!!
Orobianco se merece, uno por uno, todos los galardones que ha obtenido estos años.
Empezando por el lugar, de cara a toda la cosa de Calpe, un lugar cálido, elegante, sutil, con un trato a la altura, cercano, profesional en la que se adaptan al comensal en todo momento.
Y es aquí donde Andrea orquesta una experiencia gastronómica donde, una vez acomodada la vista a la costa, los platos centran toda la atención y es ahí cuando te das cuenta que los adornos, el emplazamiento y el resto de detalles que envuelven el menú no son importantes, son eso algo totalmente prescindible y lo imprescindible lo que tienes en la mesa.
El menú es muy completo, con un hilo conductor sin altibajos, aunque en alguno falto ritmo entre platos.
Platos con mucho sabor, en los que la gran combinación de ingredientes se potencian unos con otros elevando el plato y esto si que es arte.
No puedo dejar pasar la presencia de sus masas, clara manera de hacerte saber el origen de la cocina y estas dan la talla con creces.
Así que visitar orobianco es una experiencia para vivir con todos los sentidos.
Precio: 110-170/pax bebida a parte.
Nota: 9/10
Una experiencia de 10 en todos los aspectos. Han cuidado cada detalle para que le experiencia sea inolvidable, en restaurante es una pasada, con unas vistas que no te dejan indiferente, el ambiente es muy ameno y la profesionalidad, dedicación, y pasión de todo el equipo hizo que nuestra cena fuese inmejorable.
La comida, la protagonista de la noche, superó todas las expectativas y cada plato estaba más bueno que el anterior. Cada recomendación fue acertada y el acompañamiento durante toda la cena fue excepcional.
Especial mención al Chef Andrea Drago y a todo su equipo, cuya estrella Michelin está más que merecida.
~Estoy muy impresionado con la atención al cliente , no puedo creer lo bueno que es este sitio , mencionando la profesionalidad, vistas y ambiente , y sobre todo la comida , mis felicitaciones a todo el personal desde el chef hasta las personas que te guían en toda esta aventura y hacen posible el conjunto de algo magnífico , gracias Orobianco💫.
PLANETA EN CONSERVA / GASTROPLANET
+5
Hace unos meses comenzaba una nueva temporada en el restaurante Orobianco de Calpe, uno de los restaurantes italianos con mejores vistas, nada menos que al peñón de Calpe. Este formidable espacio se ha completado con la dirección gastronómica del gran Paolo Casagrande (3* Michelin en el restaurante Lasarte de Barcelona) y por supuesto con el sello de Martín Berasategui. Todos estos ingredientes darán como resultado una próxima estrella Michelin, y si no… ¡Al tiempo!
Elegante y sofisticado, Orobianco es sinónimo de establecimiento gastronómico único. Un escenario con vistas incomparables donde el cielo y el Mediterráneo se funden en uno. Un lugar de la costa de Calpe desde donde se vislumbra Italia.
En este proyecto personal de Paolo Casagrande se ha querido acompañar del chef Andrea Drago con quien ha compartido fogones durante 10 años y como jefa de sala a Inés Correia. La pastelería estará supervisada por Xavi Donnay y la sumillería y la sala por Joan Carles Ibáñez y Antonio Coelho, pilares del restaurante Lasarte de Barcelona.
Los aperitivos fueron tres pequeños bocados delicados y sorprendentes, sin duda de estrella Michelin, con un Cannolo salado que lleva en su interior un Tartare de gamba, mayonesa de limón y pistacho, una Pizza al vapor, como si fuera un bao, con pesto y crema de berenjenas a la parmesana y que se termina con la sardina frita con tempura de tinta de calamar.
Luego los platos principales también sorprendentes: el Bonito curado con cítricos de Cayosa,una localidad cercana, un gel de limón marroquí fermentado y que terminan un hinojo del mar encurtido, también para no olvidar. El chef ha elaborado este plato recordando su infancia, con una polenta que preparaba su abuela con maíz blanco, el ha preparado su versión más cremosa de esta polenta en el fondo del plato, con sepia y una salsa de tinta de calamar, una mezcla que merece la pena probar…
Otra pasta para no olvidar un fusillone glaseado con galera y pomelo rosado, se añade un aire de un vino espumoso italiano y se le añade un caviar iraní oscietra… Otro de los platos sorprendentes es el Ravioli de burrata y bogavante con una sopa de jamón y albahaca, elegante, fino, de sabores intensos… Para terminar el pichón, también muy sorprendente, con una receta de hígados a la Veneciana. Se presenta el Pichón a la brasa con una crema de cebolla y cebolla encurtida, harina tostada y jugo de cebolla al horno. Se acompañan de un sandwhich de interiores del pichón y perejil. Una delicia…
Y llegaba el postre, a base de regaliz y ajo negro, en la parte de abajo una crema de café y también lleva un sorbete de frambuesa, ideales los toques de vinagre balsámico…
He quedado fascinado con el «paseo gastronómico» que hemos realizado por Italia. Me han encantado los platos de pasta y sobre todo las cantidades. Ha sido más reconfortante la calidad que la cantidad, aunque es cierto que de alguno de los platos me hubiera comido dos o tres.
Toda una experiencia este restaurante en el que la gastronomía está a la altura de sus «vistas» ¡De 10!
Nos han encantado tanto la experiencia gastronómica como el trato humano. Los platos son deliciosos, con mucho sabor. Se nota el fondo italiano en todos ellos pero respetando la esencia de la zona: los toques cítricos de las frutas de Callosa se hacen notar y hacen que la cena valga la pena.
El detalle de los panes recién hechos se agradece en zona de playa. Por supuesto no han faltado ni la focaccia ni los grissini (uno de ellos de sobrasada y picante) tan italianos. El aceite para degustar con el pan ha sido un 9 elementos de Tarragona (delicioso)
Los toques de alta cocina están por todas partes pero no hacen que el plato "sea raro" sino divertido y especial: el aire de hinojo que acompaña al san pedro es una exquisitez, el secreto ibérico está perfumado intensamente por la salsa que le acompaña y hace que cierres los ojos, la tempura de tinta de calamar con un intenso sabor y a la vez sutil, el "bombón" de aceite de oliva y albahaca... hay que ir y probar estos manjares.
La metre, Inés, que viene del único dos estrellas en El Algarve de Portugal, nos ha dirigido de una manera tan cordial que apetecía invitarle a sentarse con nosotros. Eso mismo ha pasado con el someller que procede de Lasarte Barcelona y aún está formando la gran bodega: le hemos pedido un Vega Sicilia, Mandolas, que aunque todavía no aparece en carta ya lo tiene en su bodega y nos lo ha servido. Un encanto de verdad. Y tengo también que citar el trato del resto del personal, muy, muy agradable. Ah, y los chefs por supuesto, que me lo dejaba, aprobados con notas muyyyyy altas
He intentado que os hagáis una idea de un sitio especial con unas vistas maravillosas al peñón. Por cierto, arriba está su coctelería recién estrenada que merece cien por cien la pena: el trato personal y el enclave tomando unas copas originales y bien preparadas.
Pensamos volver muy pronto
(Cena a la carta)
Menú espectacular en el restaurante Orobianco. En la dirección del restaurante está Paolo Casagrande que ha elegido a Andrea Drago, en cocina salada, y a Michele Crotta, en cocina dulce.
Han diseñado dos menús degustación: uno largo (aperitivos – 6 pases – 2 postres – petits -fours) y el otro corto (aperitivos – 4 pases – 1 postre – petits-fours). También, disponen de un menú para sólo mediodía que difiere del corto en un pase.
Es la “perfecta Cocina”. Veremos -y pronto- cómo suben en guías a lo más alto.
Restaurante con inmejorables vistas al mar, a Calpe y a su peñón. Con varias terrazas disponibles orientadas a un marco pictórico, digno de salvapantallas.
La propuesta gastronómica, parte de la mezcla de la comida Italiana y Mediterránea, con una presentación en tres modalidades, denominados pasos… 5, 7 o 11 pasos (platos) correspondiéndose con 60, 85 o 120 euros el menú por persona.
Cada plato es explicado por cada camarero que con absoluta profesionalidad dota tu mesa poco a poco de los útiles correspondientes, haciendo gala de una original vajilla y sobre todo diversa.
Cada explicación de tu camarero refleja una sensación en la boca idéntica, apreciando cada uno de los matices propuestos.
La cantidad de comida es evidentemente escasa, si bien, al menos en nuestra elección de 7 platos, fue más que suficiente para cenar. El lugar no es para salir saciado, es para apreciar sabores.
En general la comida, que más o menos es dirigida hacia los gustos personales de cada mesa, es deleitable, con gran calidad, texturas perfectas y digna de su antigua estrella Michelin. Si bien hay que estar preparado para apreciar sabores fuera de lo normal.
A tu mesa acude un Sommelier que nuevamente en base a tus gustos te dirige a una u otra elección de una gran variedad de vinos nacionales e internacionales de los que disponen, vino que se encuentra fuera de la degustación, lo cual eleva aún más la factura final. La copa nunca queda vacía, la atención a tu bebida es constante.
El local, es de diseño vanguardista, con líneas rectas, abuso del cristal para gozar de las magníficas vistas y con decoración artística innovadora. Quizá resulte frio, plano, excesivamente banco, con esta idea de modernidad interiorista “minimalista”. En fin… tendencias.
El personal, acorde al lugar, profesional, con exquisita educación, cada uno en su puesto, no queda un detalle al azar, todo está calculado, en tiempos y orquestado a la perfección por el personal. Políglotas, uniformados y cultivados en historias de apoyo a los ingredientes que proponen.
En definitiva, un balcón con vistas bucólicas, gran cocina, excelente servicio, con precios elevados depende de para qué bolsillos. Yo lo reservaría para ocasiones especiales.
Una experiencia estupenda. La comida riquísima, un gran servicio (hoy en día ya no se ven así). Las vistas espectaculares, lo cual hacía el lugar único. Si tengo que poner alguna pega pequeñita es que nos quedamos con un poco de hambre con el menú degustación con cócteles, pero nada más destacable. Repetiremos seguro!
Estuvimos mi marido y yo cenando ayer.... era nuestro último día en Calpe, y no podíamos haber tenido mejor final de nuestras vacaciones..... no le puedo poner ninguna pega.... todo lo contrario! Desde que entras hasta que te vas, te hacen sentir especial. A eso se suma los platos tan maravillosos que probamos, una mezcla de sabores increíbles! Cena romántica, el sitio es precioso , las vistas.... y como no! Todo el personal, muy atento en todo momento, te explican todo, como los vinos que vas a tomar. No me pareció caro para el trabajo que lleva cada plato y la materia prima.
Una cena especial ! Sin duda repetiremos! Recomendable 100%
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