Fuimos a cenar bastantes personas niños incluidos. Indico lo positivo y lo negativo y la valoración global: - Las hamburguesas y las patatas riquísimas, PERO el cuenco donde va el ketchup para las patatas es ENANO para la porción de patatas que van con la hamburguesa. Deberían ponerlo el doble. O al menos poner sino un bote de cada salsa a disposición de los comensables. - Limpiaron varias veces las mesas de dos y tres mesas más allá con un producto que olía tantísimo que nos comimos las hamburguesas con sabor a producto de limpieza. Si se limpia las mesas durante el servicio (normal) no puede hacerse con algo tan fuerte, se te mezcla con el sabor de la comida, parece que nos estábamos comiendo el desinfectante. - Nos cogieron la comanda mal y para traer las dos en las se habían equivocado tardaron muchísimo. - La calidad muy buena pero el precio quizá lo bajaría un poco. - En cuanto a seguridad, sobre todo cuando vas con niños: la barandilla de la escalera tenía una zona alta de las barandillas horizontales con hueco, es decir, un agujero por donde se podrían caer o meter cabeza y caerse. En general por calidad de la comida bastante bien pero lo que habria que corregir es el servicio prestado en cuanto al resto.

Atención brutal, hamburguesas de calidad, la carne en su punto, los nachos y los Tequeños buenísimos… nos encanta.