Trato correcto, el camarero amable, comida bien hecha, precios un poco caros pero lo compensan con la cantidad. No esta nada mal. Lo mejor que te traen la piedra para que te puedas ir cocinando la carne al punto que más te guste.
Super recomendadisimo!!!! La carne es deliciosa. Precios accesibles, la atención a pesar de ser una sola persona quien te atiende es muy buena y personalizada.
El conejo a la brassa está de infarto, el chuecos para compartir es delicioso, todo lo que es a la brassa es muy bueno.
Fuimos a cenar en fin de año, no había menú cerrado se comía de carta por lo que podías elegir cada plato. Pedimos dos entrantes, dos platos principales, un par de botellas de vino, café y postre, nos invitaron a las uvas y el cava para las campanadas.
La comida estaba buenísima, el camarero muy atento, un sitio familiar y de buena calidad, las raciones muy abundantes.
Hemos ido a comer , buen servicio. La comida estaba excelente .
Llegamos a las 15:30 y pese a que iban a cerrar nos atendieron muy amablemente. La carne riquísima. Sacaron una piedra caliente para que la remates.
La comida está buena y bien de precio. El local tiene su encanto, pero el servicio es lo más lento que os vais a encontrar, no esperéis comer antes de 1 hora desde que os sentais
Eva María Martínez Vicente
+5
El restaurante es pequeño e íntimo, el trato con el camarero excelente y la comida espectacular. Gracias 😊
Amabilidad, buena comida, precio calidad correcto. Repetiremos seguro.
Los caracoles espectaculares. Cerveza artesana y el vino de la casa bien escogido.
Vivo en la zona hace más de 20 años y nunca había entrado. Este domingo hemos probado y la verdad ha sido una sorpresa de 10 puntos. Los platos son realmente impresionantes. Calidad y mucha cantidad, volveremos
Estuvimos comiendo cuatro días seguidos, repetimos porque calidad precio muy buena y la entrada que tiene con plantas da una sensación muy agradable de frescura
Uno de los mejores restaurantes que he tenido la suerte de probar, por cualidad y precios. Imperdible. Platos estrellas: Los caracoles a la llana, el chuletón a la brasa y la Copa de nata del Casita con nueces y miel.
Gran trato y mejor comida , un estupendo sitio para parar y degustar su brasa,además de sentirte muy agusto por su trato.
Llegamos tarde a la Seu y tras un intento de comer en un restaurante de la zona, que no merece ni una mala reseña, hicimos un segundo intento en Casa Nostra. Todo un acierto. No pusieron ninguna pega por la hora. El trato fue agradable y la comida(principalmente brasa)correctisima. Recomiendo sin reservas este local.
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