Comida de verdad, calidad y buen precio...aparte Jose y Marisa bellísimas personas...si venís a Luanco ni lo dudéis.
Gregorio González Nistal
+5
Un sitio muy especial !!! Gente muy maja y muy agradable y se come genial con amplia variedad de comida . Un saludo de esta parejita de León.
No dejaremos de volver
Una gran persona y una excelente comida
Ambiente de sidreria,, como a mi gusta!! La carta muy apetecible y el dueño muy amable te hace sentir como en casa!
Un sitio idoneo para comer tranquilo con la gente que te acompañe, Trato familiar, Comida casera de primera "el arroz con leche y la tarta de mazapan impresionantes"
Muy recomendable, comida casera con trato inmejorable enhorabuena. Un saludo.
Recomendable 100%. Por la atención, tanto él como ella te hacen sentir en casa desde que entras hasta que sales,y por la cocina, todo lo que probamos estaba para repetir. Volveremos seguro.
Muy buena comida tradicion
al asturiana. El mejor arroz con leche que he comido nunca. Trato cercano y familiar. Repetiremos!!!
Profesionales y encantadores, la cocina exquisita y que decir de la crema de arroz con leche que hace marissa? Que hay que ir y probarla
Un éxito !!
Desde Cataluña se os felicita por el trato recibido y calidad !!
Estuve comiendo del menú del día, y ¡vaya menú! Riquísimo, un ambiente espectacular, una atención genial... Es imposible decir nada malo de este sitio. Y encima, para acabar, unas buenas natillas caseras.
Recomendable al 200%.
Un restaurante chapó, comenzando con su dueño que desde el minuto uno que entras en el bar te hace sentir como en tu propia casa, trata a los clientes a cuerpo de rey amén de dicharachero, la cocinera una crack amable y con una mano para la cocina que dios se la conserve muchos años. Personalmente, imprescindible las croquetas de llamparas, el entrecot de buey...pero estoy seguro que cualquier cosa de su amplia carta estará muy rico. Probad y repetiréis!!!
Encontramos el sitio mirando reseñas y quedamos sorprendidísimos.
El lugar queda un poco escondidos pero la mejor opción que podíamos haber encontrado.
José, el dueño, nos atendió y aconsejó con gran acierto y amabilidad. En todo momento estaba atento y la comida que nos sacaba con tiempos medidos estaba deliciosa.
Desde Valencia darle las gracias a José por su simpática y su deliciosa comida.
Un encanto de hombre y lugar 👌
Comida inmejorable. Todo lo que comimos estaba riquisimo, la relación calidad-precio está mejor que bien. Jose y su mujer te tratan como si te conociesen de toda la vida. Elegir este sitio para comer fue todo un acierto, repetiría sin dudarlo y además de todo ello nos invito a un postre al final, lo dicho, inmejorable😊
No se cuál me ha parecido mejor,si el cachopo espectacular que nos hemos comido,o la buena charla con el dueño. Tío elegante dónde los haya, profesional de la antigua escuela, dónde se cuidaba al cliente y se iba uno de allí cómo si hubiera estado comiendo en casa de un amigo de toda la vida. Pena que se vaya a jubilar,ya quedan pocos de esa casta.
Un sitio entrañable. Si te gusta comer bien, no tienes prisa, te gusta el estilo casero, ver un trabajador infatigable al mando de un bar familiar y a buen precio ... tienes un año por delante para visitarlo, En agosto del 2021 se jubila.
Excelente sitio y excelente trato por parte tanto del dueño como de los camareros. El local es muy sencillo, tipo restaurante de toda la vida pero la comida es 100% casera y no escatiman en cantidad, teniendo detalles además de invitar al café. Muy recomendable.
Estaba todo muy rico. Hemos pedido fabada, cachopos, queso cabrales y patatas tres salsas. Nos han atendido fenomenal y es un sitio que merece la pena visitar.
Una institución en Luanco. Este restaurante debería aparecer en las guías Michelín porque se lo merece. El dueño, José, es un camarero profesional, conocedor de su oficio además de gran conversador. Es un placer escuchar, mientras comes, sus anécdotas y vasta experiencia en la hostelería. La cocina la regenta su mujer con gran eficacia y oficio. Desde luego pienso volver a comer en este restaurante cuando vuelva por Luanco.
Comida casera en un ambiente sencillo. Ingredientes de calidad. El dueño muy atento. Tomamos unos chipirones y pulpo muy ricos. Muy buena calidad - precio.
LE PETIT ATELIER (ENMARCACION - GALERÍA)
+5
Estar prácticamente toda tu vida al frente de este restaurante y seguir llenando mañana y noche, quiere decir mucho de " el Zamorano" y su equipo. Lo triste es que en Septiembre ya se jubila. Excelente producto, cantidades muy generosas y un 10 para el equipo de cocina. Ningun lujo, bueno sí uno un trato tan familiar que te deja huella y traspasa los placeres del comer bien. Gracias por todos estos años y si estuviera más cerca no me quisiera perder la ocasión de volver. Por si te preguntas quien soy, un amigo de Joaquín de Candás, el pintor artista.
Sitio excelente! José el dueño una persona encantadora, tanto el como las camareras se encargaron en todo momento de que disfrutaramos de la comida. Fabada (la foto es 1 ración 🤤) y cachopo de 10!
Hemos tenido el placer de comer en casa de Jose "El Zamorano". Disfrutamos de una fantástica comida, pero eso sería poco decir. Nos trató de maravilla, no de manera excepcional, sino que se ve que él es así de auténtico. Generoso, ágil, con un control impresionante de su negocio y con su reconocimiento al equipo de cocina.
Al final de la comida, me entregó esta Obsidiana, que no quiero llamar regalo porque lo he entendido como una cesión. "De autónomo a autónomo". Una cesión de su suerte, fuerza o parte de su energía (en poco tiempo se va a jubilar), porque se ve que energía tiene para regalar.
Así que, conmigo se queda un pedacito de Jose "El Zamorano", que prometo ceder cuando llegue el momento.
Repetiré
Local típico de toda la vida
El dueño está atento a las mesas y a los niños. La atención de los camareros muy bien. Nos puso unos entrantes mientras esperábamos por la comida. No tardaron mucho. Precios habituales y raciones buenas. Es temporada de bonito, y lo pedimos al ajillo. Estaba muy bueno. Zamburiñas buenas. Y pa los niños un menú infantil.
Repetiremos
Con una sola reseña no seria capaz de expresar todo lo bueno de este restaurante de Luanco.
Jose y Marisa, nos hicieron sentir como en casa con una cocina impresionante.
Además, me llevé una gran sorpresa con el gran pastel de turrón que me hizo Marisa.
Impresionante.
Sin duda, un restaurante que recomendaré y que hizo que valiese la pena pasar por Luanco.
Muchas gracias.
Jose te hace sentir como en tu propia mesa, es como si tu padre te sentara en su propia mesa a comer.
Amable, cariñoso y cercano.
La comida acompaña al buen rato que pasamos en su casa.
Un placer, ojalá la jubilación le llegue después de la oportunidad de volver!
Un servicio excelente, su profesionalidad hace justicia a la trayectoria que lleva a sus espaldas. Atencion y cercanía sin ser intusivo, quedan pocos como Jose.
Y por si fuera poco, detras de los fogones se esconde una de las mejores cocineras Asturianas que he conocido, que con unos garbanzos, rebuelto de bacalao y una tarta riquísima nos dejó boquiabiertos.
Gracias a los dos.
Juan fernandez rodriguez
+4
Trato familiar, parece que estás comiendo en casa igualen barra, comida rica y casera, espectacular (el arroz con leche) "delicatessen "
Lugar pequeño pero agradable, no es moderno no es sofisticado.. es humilde pero se come muy bien
El dueño es un tío simpático que te va a alegrar la comida y su mujer es la cocinera
Si estas por la zona pasate y comete unas croquetas de cecina, pulpo a la brasa y ventresca si tiene
Muy recomendable
Restaurante tradicional a 2 minutos de la zona más típica de bares, con lo que no es el clásico para turistas, que es lo que no queríamos.
Te sientes como en casa, y Jose, el dueño, es tremendamente simpático.
Pedimos patatas tres salsas (antojo de patatas untadas en queso Cabrales), un pulpo a la brasa buenísimo, y por recomendación por cierre de temporada una ventresca de bonito espectacular para compartir entre 2.
Vimos servir un pastel de cabracho con una pinta buenísima pero ya no podíamos más.
Sin duda un acierto y un lugar para repetir, siendo un restaurante hogareño que no te deja indiferente. Jose, para llevar 40 años trabajados como nos contabas y seguir con una sonrisa en la cara intentando hacer pasar un rato agradable a tus clientes, eso significa que no sólo sabes sino que amas lo que haces. Y eso se nota. Repetiremos!
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