Lugar pequeño pero acogedor.
Los platos muy bien elaborados y muy ricos la mayoría de platos.
El servicio fue bueno pero el camarero que es brasileño yo creo ,te dice el nombre de los platos muy rápido y nose le entiende nada.
Pedimos casi toda la carta y no defraudó.
Un lugar increíble para disfrutar de excelente gastronomía. La atención es un 10. Puedes disfrutar de un menú de pasos sin sentirte invadido pero a su vez informado sobre lo que comes y preguntar lo que consideres necesario.
Una carta, a su vez, súper amplia, y excelentes vinos.
Súper recomendable p
Cuando un brasileño se pone a hacer japo es que va a haber samba, lambada y forró!
Todo muy bueno y muy bien atendidos, producto de calidad con mezcla de sabores tropicales.
Para repetir y repetir.
Producto de calidad, los nigiris buenísimos!
Todos los platos que probamos estaban muy buenos, me sorprendieron hasta con los endamames a la parrilla!
El chef majísimo, agradable y cercano.
Como punto de mejora, el camarero del servicio deberia de ser más agradable.
Pues ha sido la tercera vez que voy a Nanako y cada vez me gusta más. Es un restaurante íntimo, pequeñito, con una carta de niguiris genial. Sin duda, digno de visitar en pareja o con amigos.
Fuimos un poco de casualidad, pero nos ha gustado. Comida japonesa cuidada y de calidad a un precio más que razonable.
Habia escuchado de las habilidades del Itamae Brasileño Español Ariel D'Avila en Clandestino del Matador y que su propuesta de un omakase high value era genial asi que fuimos finalmente. Elegimos la propuesta de Omakase con Caviar y Toro por 75 eur y la verdad es que fue genial. Super sabrosos los
Me encantó. Calidad suprema y platos innovadores. Probé los nigiri de atún o-toro y estaba espectacular. La atención exquisita.
Por ponerle un pero los edamames a la brasa me resultaron demasiado salados. Mejor pedir que no le añadan sal. Sólo con la salsa y el sabor que da hacerlos a la brasa serí
Un restaurante muy simples pero con una comida extraordinaria. Autentico, de mucha calidad y sabores sutiles. Ariel, el chef, sabe lo que es buena comida y hace cuestión de hacerla bien. Muy buena sorpresa!
Si no fuera por el dueño/cocinero (?) malhumorado en la barra que estaba claramente muy molesto con todos sus camareros ( parecía el Juan Lebron de los cocineros)lo hubiera dado 5 estrellas. La comida estaba muy buena y muy cuidada. Todos los platos super ricos y con toques diferentes. No era barato
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