La Bodega del Riojano es un restaurante clásico de comida española. Guisos cocinados a fuego lento, producto de primera bien tratado, recetas de la cocina clásica española componen la oferta gastronómica de este restaurante. La decoración del restaurante es impresionante, sus maderas, sus barricas sus vinos y una luz tenue hacen de la experiencia algo auténtico y majestuoso. Muy recomendable.
Espectacular de principio a fin!! Nos recomendaron pedir de entrantes su ensaladilla rusa y las croquetas, dos platos exquisitos. Luego pedimos de plato principal pulpo a la parrilla y solomillo, estaba todo buenísimo, lo acompañamos con un buen vino. Nos atendió Juan Carlos que en todo momento estaba pendiente de nosotros y el servicio fue de 10. Sin lugar a dudas repetiremos.
¡Espectacular de principio a fin!
De entrantes pedimos, por recomendación, la ensaladilla rusa y las croquetas, no podría elegir entre uno de los dos.... Exquisitos. Lo único que podemos decir es, gracias Juan Carlos por sus recomendaciones y su atención durante todo el servicio. Por elección propia elegimos "el matrimonio" y finalmente la chuleta de vaca vieja, una carne con un sabor increíble que se podía cortar solamente con el tenedor.
Todo acompañado de un buen vino, hizo de la comida una experiencia que estamos deseando repetir.
Hemos reservado mesa.
Excelente.
Lo recomiendo sin duda alguna.
Un lugar mítico en Santander si quieres comer calidad y buen precio
El recuerdo de la cena distendida pero muy correcta. La única pega a mejor quizás, la “ensalada” de Burrata que para nosotros fue un escaso el tomate. Lo demás muy bien. Sitio con encanto y el camarero muy atento. Los platos de cantidad un poco justa para compartir pero al final con postre nos vamos satisfechos.
Una cena muy agradable. Tienen carta de alérgenos y asesoran y adaptan platos sin gluten. Los camareros muy amables. La comida estaba muy buena y el local es acogedor y bastante curioso. Por poner una pega, quizá las raciones podrían ser algo más abundantes, pero en general totalmente recomendable.
No sabría decir que fue mejor: si la comida o el trato de Juan Carlos!
Según llegamos Juan Carlos nos animó a probar tanto la ensaladilla (podría decir que la MEJOR de mi vida) como las croquetas (que eran una barbaridad también)
El ravioli relleno estaba espectacular y el pisto con papada ibérica es, sin duda, otro imprescindible
La tarta de queso…. ya no tengo ni palabras para explicarlo!
De nuevo, darle las gracias a Juan Carlos por su impresionante profesionalidad, amabilidad y simpatía
Volveré, mil gracias!!!
Tanto el camarero que se llamaba Juan Carlos como la comida era todo de 10.
En las recomendaciones de la casa acertamos de lleno, sus platos estrella las croquetas y la ensaladilla están muy ricos, sin quitarle importancia a unas buenas rabas, de Segundo compartimos una carne que era como mantequilla, muy muy bueno todo.
Y por último los postres, el sobachón estaba muy bueno, pero lo que más me gustó fue el flan de hueco, súper cremoso y muy bueno también.
Gracias Juan Carlos por tu cercanía, simpatía y profesionalidad.
No dudaremos en volver.
Muy recomendable. Sitio auténtico y muy buena comida.
Ensaladilla rusa, croquetas de jamón, lubina y chuletón.
Gracias a Juan Carlos por las recomendaciones y por el excelente servicio.
Experiencia gastronómica en todos los sentidos.
Fuimos recomendados por uno de los camareros de otro local al ser preguntado por el mejor sitio de Santander para comer una buena carne. Nos recomendaron muy bien.
A la llegada, la zona de la barra que llevaba la camarera era un poco caos y pasaba por tu lado sin consultarte siquiera, hasta que el hombre de traje nos prestó atención. Le solicité mesa para dos y nos la montó en seguida.
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