Sitio de los de siempre. Buena comida de la mano de Mercedes;excelente trato. Gracias por el rato Pepe. Viaje al pasado, a la casa de los abuelos.
Recomendado para aquellos que les gusta dar un paseo por la naturaleza y/o pueblos de interior y comer después.
Volveremos ;)
Magnífico lugar para parar a comer después de disfrutar del pueblo y los paisajes de Sella. La cocina de Mercedes y el conversación de Pepe de lo mejor de la comarca ee la Marina Baixa. Volveremos pronto
Restaurante familiar, acogedor y tradicional. Nos hemos sentido como en casa de los abuelos. Muy agradables y muy trabajadores. Nada exquisito, sino muy tradicional. Hay que dar vida a estos lugares. El menú típico español y muy bueno. El cordero excelente. Gracias.
Mercedes la dueña, cocinera, camarera, alma mater, hace paellas de carne típica de Sella, de marisco y la tortilla española como la haría tu abuela. Recomiendo de postre la tarta casera de almendra. Los precios son muy económicos. El sitio pintoresco y precioso. Mejor llamar y reservar.
No esperen grandes lujos, es un lugar como los de antes. Nos atendieron muy bien, tanto Mercedes como Pepe son encantadores, nos tomamos una paella de verduras que estaba deliciosa, y nos hicieron sentir como en casa de los abuelos que te cocinaban todo con mucho amor y se preocupaban de que comieras bien. El precio muy ajustado, volveremos sin duda.
Buena paella de marisco para 12 personas, dentro de un menú completo, a un precio contenido
Sitio singular. No destaca por la comida, que está bien como en cualquier otro bar tradicional, pero es digno de contemplar su peculiar interior, la abuelita que lo regenta y sus impresionantes vistas.
Un conjunto que te teletransporta a otra época.
Muy buenas vistas y un trato muy agradable. La comida es casera. Esta buena y precio asequible.
Ricardo Salas de Zayas
+5
Un sitio entrañable en un pueblo de montaña maravilloso
Este sitio es una sorpresa muy agradable de encontrar. Es como pasar a comer a casa de tu abuela y salir rodando. No es lujoso con variedad y grandes calidades, pero merece la pena mucho. Decorado con UN MONTÓN DE PAÑUELOS de los sitios más variados. Saca una sonrisa cuando le preguntas a la dueña. La señora que lo regenta te cocina y sirve ella misma.
El lugar muy peculoar, ya que la terraza esta decorada con delantales de todas partes de europa, le da un ambiente especial y muy hogareño.
El precio del menu, muy ajustado para ser todos productos de calidad y muy bien tratados.
La señora Mercedes que se dedica a esto hace ya muchos años, es una persona entrañable y muy atenta tanto al preparar los platos como al trato con los comensales.
Probamos la tortilla de patatas que se merece un 10, los boquerones en vinagreta espectaculares y el conejo en escabeche una pasada.
Muy limpio tanto en el salon como los aseos.
Deja claro un muy buen trato con el cliente y el entorno.
Muy recomendable nos sentimos como en casa.
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