Nos ha encantado! El lugar es super acogedor. Estuvimos en el salon de arriba junto a l chimenea. Pedimos ensalada de tomate buenísima y chuleton espectacular. Los postres buenísimos, pedimos la tarta de queso y el arroz y con leche y ambos espectaculares. El servicio muy bien también. El único pero es que salimos con olor de comida en la ropa (ya que el chuletón es a la piedra y varias mesas pidieron) Lo recomiendo al 100%
Ten cuidado. La comida es buena, pero revisa la cuenta. Casi nos cobraron 80 euros por rodaballo que no hemos pedido..
Josep Viosques Sanjuan
+5
Sitio con un encanto especial, probamos el rodaballo y lo cocinas espectacular. Buenos vinos y muy buena cocina.
Local acogedor, muy buena pinta el pescado fresco y los chuletones.
Súper recomendable, de los pocos sitios en el Valle de Arán para tomar buenos pescados.
Entrantes: tortilla de bacalao (espectacular) y pimientos del piquillo (muy buenos).
Principal: Besugo a la brasa (excelente)
Postre: Hojaldre (muy recomendable) y natillas (correctas)
Sirven generosas raciones. Buen servicio de sala, atentos e implicados todo el personal. La carta de vinos para mi gusto corta, pero buena selección.
Sin duda volveré!
Restaurante local con comida muy buena, calidad y a buen precio. Besugo, chuleton y centollo muy ricos. Un ambiente muy agradable y un local muy bonito. La única pega quizas, poco aparcamiento.
El churrasco estaba espectacular. El rodaballo y el entrecot también. La ensalada era un poco timo, 14€ por un tomate aliñado. Pero volveremos para repetir el chuletón!!
Excelente servicio, en especial la camarera que nos atendió! La comida riquísima y muy buena relación calidad-precio
Se come de bien a muy bien. El chuletón hace honor a su nombre por tamaño , calidad y sabor. Además saben prepararlo. El pescado es fresco y tambien saben como prepararlo de forma tradicional, la selección de vinos es correcta.
Evidentemente no es barato porque no lo es surtirse de pescado fresco cada día y los caprichos se tienen que pagar.
El local es pequeño y puede que un poco incómodo sinhay mucha gente (cosa que sucede a menudo)
Rico Rico y con fundamento. Restaurante con encanto donde nos sentimos como en casa. Probamos txuletón, tortilla de bacalao, tomate de ensalada de un tamaño extraordinario y una finura espectacular, anchoas en salazón y unas deliciosas txistorritas. De postre, tarta de queso y tostadas, ambas caseras. Si le sumamos dos botellas de Conde San Cristóbal, la amabilidad del camarero y obtenemos un total de 220 euros para 5 adultos de buen apetito y 3 niños, el resultado es que REPETIREMOS SEGURO.
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