Es un restaurante de los de toda la vida frecuentado por gente de Águilas mas que dedicado al turismo.
Destacaría sus buenos precios en una comida de calidad.
Tomamos paella de mariscos (previamente encargada), pulpo a la gallega que estaba exquisito, letones, lecha con guarnición, croquetas, alitas de pollo, postre, etc.
La carta es muy variada, también con guisos caseros y platos para llevar. Las jarras de tinto con casera muy generosas, al igual que todos los platos,
El pescado frequísimo y bien cocinado.
Solemos ir todos los veranos un grupo de 10-12 personas y la calidad sigue siendo la misma.
El local es normal, propio de un bar tradicional. El servicio muy bueno y rápido, pese a que estaba a tope de gente. Las camareras muy simpáticas y eficaces.
Cierra los lunes por descanso y también por la noche (salvo viernes y sábado noche que está abierto en verano).
Sin duda, volveremos el año que viene.
El sábado 12 de agosto fuimos a comer la familia por el aniversario de mis padres y estuvo todo perfecto, la comida muy buena el arroz en su punto, mi enhorabuena a l@s cocineros, tenéis muy buen equipo, gracias
Siempre que vamos a Águilas comemos aquí. Tienen una carta extensa tanto de tapas como de comidas. El precio está bien, antes estaba mucho mejor pero los tiempos cambian. Las cazuela de gambas, la paella, la carne en salsa... Muy rica. El pulpo gallega, contenido, muy justo. El trato fenomenal. También está muy bien encargar la comida y llevarla. Como siempre, volveré
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