Mariano Alvarez Iglesias
+5
Ubicación Espectacular.
Siempre es especial comer con vistas al mar y más aún teniéndolo tan cerca.
Un restaurante moderno, bien decorado y muy agradable, es perfecto para una cena íntima o para una comida con amigos.
Buen producto y un trato excelente por parte de todo el personal.
Aunque conocíamos los otros restaurantes, nunca habíamos tenido mi marido y yo, hasta ahora el privilegio de disfrutar de su cocina. Para empezar, decir que tiene un lugar maravilloso, poder estar cenando como fue nuestro caso, mirando al mar y viendo como se iba iluminando la ciudad, era una estampa espectacular. Tomamos un vino blanco que estaba riquísimo, y un entrante de unas croquetas de marisco, que era como meterte en la boca un pedacito de mar, y compartimos un arroz con bogavante, del que no quedó mi un granito. Tras ésto, tomamos un café, porque no podíamos con el postre, no quedó sitio.El camarero que nos atendió, muy educado, atento a cada segundo, y muy amable. Sin duda, un restaurante al que volver para disfrutar de un buen pescado, un excelente arroz, pero volver siempre que nos sea posible.
Si estás de paso como si eres de la
Ciudad y te gusta el producto fresco y bien elaborado, este restaurante no te lo puedes perder. Las vistas son icónicas y la carta simple pero suficiente para degustar lo que Galicia ofrece. No puedes dejar pasar la lubina salvaje un 10.
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