El restaurante se ubica en una amplia plaza por lo que tiene una terraza con muchas mesas cubiertas por un toldo y una sala interior con unas pocas mesas y la barra. La atención de la camarera ha sido excelente y la comida (típica argentina) buena y abundante, me gustó especialmente la empanada salada y la milanesa napolitana.
Seguro que volveré.
Carnes, entrantes y postres, lo que sea que pruebes no te defraudará.
Una experiencia única, para venir con amigos, familia o solo.
Que más decir, la atención es personalizada y excelente.
Te sentirás como en casa.
GRACIAS
Verónica del Castillo González
+4
La atención es sublime. Ambiente argentino muy acogedor. Todo muy rico. La empanadas caseras espectaculares. El ribeye de carne le fascinó a mi acompañante, a mi no tanto por gusto personal del punto de la carne, pero al ser a compartir y ser novillo que no es una carne tan habitual como otras en nuestra cultura, pues no la disfruté tanto. Al igual me pasó con el choripan criollo que era súper sabroso pero tenía muchas bolitas de grasa y no le retiraron la piel que lo proteje y era algo plasticoso y le quitaba comodidad para ser comido. Precios de las carnes algo elevados respecto al tamaño. Una cosa que tampoco me fue muy útil es que me sirvieron todo a la vez tanto entrantes como principal y la carne al llegar su turno, estaba fría. En general, se puede repetir puliendo esos detalles.
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