Bodega muy antigüa cerca de la Estación de Sants, estuvimos desayunando y pedimos tortilla de calçots, callos con cap y pota, remenat de alcachofas y tortilla de patatas y todo estaba excelente, además el trato de ellos muy profesional y agradable nos estuvieron contando la historia de la bodega desde la época de sus padres. Sitios así tendrían que perdurar en el tiempo.
Bar de los de antaño, que queda muy pocos. El servicio es brillante pero la comida lo es más. Platos “cassolans”, de los que saben muy bien, con gran variedad en el menú tanto en primeros como segundos platos, incluye postre y bebida por 16,5€. Es fácil que te toque esperar mesa de la cantidad de gente que hay, pero vale la pena y te sirven rápido. Gran descubrimiento. Tornarem.
Vanessa Agudelo Londoño
+5
Este lugar fue muy delicioso. Hay menú con opciones distintas a las que he visto hasta ahora. La atención es muy buena. Queda cerca a la estación Sant. El menú tiene un precio en semana de 14,45 euros. Fuimos seis personas, pedimos de todo. Nos gustó cada opción. Las porciones son buenas, no muy grandes. Gran variedad de postres. Es un lugar agradable, de tradición familiar. Atendido por sus propietarios. Debes reservar para lograr asistir. Abren hasta las 17:00 en semana.
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