El sitio es increíble, solo por haber pasado mil veces y nunca verlo ya es una pasada. Lo descubrí haciendo de guía turística a unos amigos, pasando detenidamente por el Palau de la Music, fue como, "anda un bar!!". Entramos a tomarnos una copa de vino, el camarero (muy amable) nos trajo la copa de vino acompañada de una tapa. El local tiene un encanto especial que hace que te enganche mas y mas cada vez que vas.
Estefania MARTA CRISTINA
+5
un lugar que sin ninguna decoración o atrezzo consigue transportarte. sin lugar a dudas es una parada en el tiempo. único en aspecto. barcelona hace tiempo se ha vendido pero ese rincón tiene la misma alma desde 1878. eso se nota y queda. sin dudas. además de los pocos lugares con cañitas bien tirás!! eso no tiene precio y para todo lo demás...master...!!! jajajjaja
¿Y qué tal si andases por la calle curioseando por el barrio y de repente pararas delante de un portal con un farol de luz cálida amarillenta? No es un portal habitual, y tampoco es un pasaje habitual entre dos callejuelas del barrio La Ribera. El área que se extiende entre las entrelazadas callejuelas de tales Sant Pere proporciona un sinfín de sorpresa a los transeúntes con ganas de explorar las múltiples caras de la Ciutat Vella. Bar Pasajes es uno de aquellos sitios donde uno entra por curiosidad, atraído por el farol, el portal, y la estética de bar de estación, donde te quedas un rato antes de un gran viaje. Solo que al entrar, la tranquilidad y la amabilidad de los camareros te transporta hacia un estado de ánimo diferente, una especie de slow living urbano. Resta la expectativa de ver si la puerta que da hacia los pisos del mismo edificio es ‘de verdad’ y ergo, de que algún vecino salga en cualquier momento.
Si è verificato un errore! Riprova tra qualche minuto