Restaurante elegante y romántico frente al puerto de Barcelona. La carta me encanta: el arroz sabrosísimo, los gambones muy buenos, los nachos excelentes. La atención de los camareros fue muy cordial y correcta. Ideal para una cena con la luna al fondo y el mar de testigo. Hay una pequeña discoteca a dos pasos, por lo que, después de cenar puedes continuar la fiesta sin moverte mucho.
Un restaurante con encanto, muy buena ubicación y vistas al puerto.
Comida; muy buena, platos con muy buena ración y buena presentación.
Mucho mejor que algunos restaurantes de alrededor.
Atención; varía según quién te atiende…
Un consejo para Lucas “ que mejore el trato al cliente” no hace falta ser tan tajante, hay que tener más tacto en la atención.
Calidad precio, lo vale.
Comida mediterránea, comedores amplios y servicio correcto.
Atención con el parking porque obsequian con 1 hora gratis pero no es el parquing del hotel Wela.
Restaurante en el mielle con vistas al embarcadero, una ofera similar al resto de restauradores de la zona, con posibilidad de comidas para grupos.
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