Para mí amigo Víctor desde Cuba ..j que rica la comida .tus postres y tus cafés .un lugar maravilloso donde perderse en la ciudad condal .Larga vida mi amigo Víctor
Todo fue perfecto para una noche perfecta.
Grupo de compañeros de trabajo a los que hace mucho que no veía, reencuentro, anécdotas, risas y por supuesto una buena cena.
La reseña es sobre el restaurante, no sobre mis entrañables compañeros, así que al grano:
Excelente la oreja a la gallega y el morro (parece que solo hay que echarlo a la freidora y ya está, pero es más que eso).
La "garra de oso" o costilla a baja temperatura, de una melosidad y sabor top.
El vino sin pasarse en el precio. Muy bueno el tempranillo de Cariñena y eso que lo suyo son las garnachas.
Anchoas de muy buena factura y postes a la altura.
El servicio muy atento y comunicativo.
En resumen, una buena experiencia.
Restaurante tranquilo y acogedor, el servicio muy amable, siempre te atienden con esmero, como dicen ellos, comida de mercado, brasa, está todo bueno, precio medio, al comedor puedes entrar con silla de ruedas bien, fuimos varias veces, con más gente y siempre quedaron todos contentos, volveremos
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