Wir haben durch Zufall dieses Restaurant entdeckt. Von außen unscheinbar und nicht oder nur schwer auf den ersten Blick erkennbar. Über Maps sahen wir dann die Bewertungen und den Zusatz "deutsches Restaurant". Eigentlich wollten wir in Spanien halt was typisch spanisches Essen, aber die Rezessionen machten uns neugierig. Kaum in dem Restaurant drinnen wurden wir von der Inhaberin Katja unbeschreiblich herzlich und offen begrüßt. Zum Glück war noch ein Tisch frei, alle anderen waren bereits besetzt oder reserviert und so nahm der Abend einen weiteren schönen Verlauf. Das Essen ist gemischt zwischen typischen "deutschem Essen", also Schnitzel, Pommes und co, über Hausmannskost , Pizza und anderen verschiedenen Spezialitäten. Hier sind die hausgemachten Kroketten mit pulled pork oder Schwarzwälder Schinken zu empfehlen. Die Inhaber Katja, wie bereits erwähnt, eine absolut freundliche und sympathische Frau, sehr aufmerksam und beratend ohne aufdringlich zu wirken. Ein Kumpeltyp ist vermutlich die richtige Bezeichnung. Danke für die nette Begegnung. Ihren Mann und zugleich Koch haben wir leider nicht kennen gelernt, schade. Als wir gingen war das Restaurant überwiegend von Einheimischen besetzt die das deutsche Essen mit Weizenbier genossen haben. Verkehrte Welt dachten wir, aber wie wir in Deutschland zu einem Spanier essen gehen, gehen die Spanier halt gerne in Spanien auch mal zu einem "Deutschen" essen 😊. Wenn wir wieder in dieser Gegend sind, ist Katja und das "La Escalope" unsere erste Adresse. Bis dann 😉 (Traducido por Google) Descubrimos este restaurante por casualidad. Pasa desapercibido desde el exterior y no se reconoce a primera vista, o sólo resulta difícil de reconocer. Luego vimos las reseñas en Maps y la adición "restaurante alemán". De hecho, queríamos algo de comida típica española en España, pero las recesiones nos despertaron la curiosidad. Tan pronto como entramos al restaurante, la propietaria, Katja, nos recibió con una bienvenida indescriptiblemente cálida y abierta. Por suerte aún quedaba una mesa disponible, todas las demás ya estaban ocupadas o reservadas y así la velada siguió siendo una experiencia maravillosa. La comida se mezcla entre la típica "comida alemana", es decir, escalopes, patatas fritas y compañía, cocina casera, pizza y otras especialidades diversas. Aquí se recomiendan las croquetas caseras con cerdo desmenuzado o jamón de la Selva Negra. La propietaria Katja, como ya hemos mencionado, es una mujer absolutamente amigable y simpática, muy atenta y servicial sin parecer intrusiva. Un tipo de amigo es probablemente el término correcto. Gracias por el lindo encuentro. Desgraciadamente no conocimos a su marido ni a su chef, lo cual es una pena. Cuando salimos, el restaurante estaba ocupado en su mayoría por lugareños que disfrutaban de la comida alemana con cerveza de trigo. Pensábamos que el mundo estaba patas arriba, pero así como salimos a comer con un español en Alemania, a los españoles también nos gusta salir a comer con un “alemán” en España 😊. Si volvemos a estar por esta zona, Katja y "La Escalope" serán nuestra primera dirección. Nos vemos entonces 😉

Hemos ido a comer recomendados por el hotel cluc dónde nos alojamos. y nos ha gustado tanto que hemos vuelto a la hora de la cena. La chica nos ha atendido tan servicial y amable y lo ha hecho todo con tanto cariño que no hay estrellas para puntuarla! mis felicitaciones también a su marido, el cocinero que tiene una mano tremenda para dicha labor. El local tiene una ambientación que nos ha encantado 🤩 por poner un pequeño pero, y sin ser culpa de ellos, esta situado en una zona sin vistas ya que es una especie de centro comercial, pero hemos estado tan agusto que es algo que obvia con muchísimas facilidad. Lamento que no esté menos escondido porque seguro que se llenaría constantemente. Estamos MUY agradecidos por sus servicios y trato!!! repetiremos, recomendado 100%🥰