Local y restaurante sin grandes pretensiones, básico. Pero muy bien atendido. La comida es simple y sin adornos, pero abundante y de calidad. Muy bien de precio. Tiene unas duchas más que correctas con agua muy calentita que resucita a un muerto y que no te cubran si cenas o comes allí. El trato muy familiar, cercano. De lo mejor que hay por la zona sino te importa mucho el local o la decoración.
Lluis Higini Melero Peris
+5
De viaje a Lugo se hacía la hora de comer, aprovechando que estábamos cerca de la localidad donde se ubica este restaurante, hicimos un alto, entramos en el mismo. Local casi lleno, había mesa libre nos sentamos, al poco tiempo había cola para entrar. Menú diario a buen precio 10€ en este caso elegimos lentejas y entremeses, de segundo Lacón y Secreto, más postre y café. Total 20€. Terminamos de comer, al salir aún había gente esperando para coger mesa. Acertamos
Paramos a comer tarde, a las 15,15.
Tras una breve espera de no más de 15', entramos al salón.
Nos atendió una camarera pequeñita, que fue un encanto, siento no acordarme de su nombre.
La comida de menú , con dos platos, postre, pan y bebida, por 10 euros, espectacular y enorme.
Si además tomas café te cobran 1 euro más.
Salimos encantados, pero demasiado llenos.
Un sitio bárbaro para comer!!
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