Hemos comido hoy en este restaurante y la experiencia ha sido muy buena, la atención del personal ha sido muy correcta y la comida muy muy buena. Hemos pedido micuit, la ración bastante abundante, un poco justa de tostaditas pero hemos pedido más, unos huevos rotos en los que el jamón estaba espectacular, se deshacía en la boca y un chuletón de 1.300 KGS que viene acompañado de patatas fritas naturales , pimientos y una ensaladita de lechuga y cebolla, de postre una tarta de queso ( que nos ha recomendado el camarero y desde luego tenía razón, era espectacular) y un helado de mandarina. Hemos comido 2 adultos y una niña y cierto es que no es un sitio barato para ir todos los días pero para un de vez en cuando o como nosotros que no somos de país vasco y estábamos pasando unos días es una opción muy muy buena. Tiene una zona exterior muy maja pero hoy llovía mucho y no hemos podido estar en ella.
Cuál fue mi sorpresa al comentar con una familia de Bermeo que por el camino antiguo a los Molinos de encontraba este restaurante y que sud paellas de todo tipo. Entrantes. Carnes asadas y cabrito eran su especialidad y se encontraban dentro de nuestros planes gastronómicos para ayer . Un sitio majo, con parking, riachuelo con sonido de sus aguas tomando el vermut y un pintxo y posteriormente unas paellas de boca no te y mistas las cuales estaban en su punto con una rica ensalada. Vi.od que para la próxima que vayamos por este lugar se puede llamar y quedar en el elegir un plan entre marisco. Pescado del tiempo y unas chuletas y unos cabritos con una pinta fenomenal y que sabrán mejor. Gracias a todas y todos por hacernos pasar una tarde estupenda..
Buen sitio para comer en plena naturaleza.
Personal muy amable y comida buenísima.
Presentación de los platos muy cuidada y el Txakoli muy muy frio.
Un gusto este lugar.
Tienen aparcamiento propio gratuito.
En la próxima visita nos veremos.
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