Primera vez que pruebo una auténtica pizza italiana. Cuando las trajeron a la mesa quedamos impresionados porque se veían enormes. La masa es super fina, así que es una pizza indvidual, pero llena bastante. Se come mejor con cubiertos (con la mano se cae todo).
Se nota mucho el SABOR del tomate natural, el queso es diferente, la albahaca, el aceite, la masa...
El precio está muy bien para la calidad que ofrecen. Nos gastamos 14€ cada uno con 2 pizzas, 2 cervezas y tiramisú para compartir. Muy recomendable si quieres probar una pizza diferente.
Buena experiencia, fuimos a cenar la familia, buena atención, cenamos en l cerrada muy a gusto. En cuanto a la comida, muy rica, pizzas en horno de piedra y los entrantes me gustaron mucho.
Un buen local donde comer pizza napolitana, una maravilla con masa fina y bordes elevados. Tiene una buena carta con entrantes, picoteo, pizzas y postres, y sos precios están muy bien.
De entrantes probamos el provolone con champiñones y la bruscheta de berenjena. La mezcla entre provolone y champiñones está genial (aunque el queso queda un poco aguado por el propio champiñón)!. La bruscheta de berenjena con tomate y mozzarela nos encantó, una parte de la tostada se quemó un poco, pero no hubo mayor inconveniente que retirar esa parte. Hubo un malentendido a la hora de pedir las raciones: pedimos una, pero nos sirvieron dos (no fuimos conscientes de que se trataba de una ración doble hasta que vimos la cuenta). Al pagar lo indicamos, simplemente para informarles de ello, pero fueron muy amables y sólo nos cobraron lo pedido.
Pedimos una pizza NAP, una pizza blanca (sin tomate) con salsa de trufa, tomates, rúcula, champiñones, mozzarela y panceta. La pizza era grande, sabrosa, los productos frescos y añadirle un poco de aceite picante es un acierto.
Cenamos muy buen producto por apenas 12€ por persona en la Gran Vía, no se puede pedir mucho más!
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