Una terraza amplia, a la orilla del río que ofrece una temperatura agradable.
Lo platos que probamos, muy sabrosos.
Recomiendo los caballitos, las verduras a la plancha, y los huevos rotos con jamón.
Para mí extraordinario, en calidad, y a buen precio.
El servicio, de primera, mi felicitación por adelantado. Además tiene ese plus de amabilidad que te invita a volver.
Está todo muy bueno, tienen muchas tapas y entrantes y está una zona muy verde al lado del río por qué puedes pasear después de comer.
Y unos precios muy buenos también y el personal es agradable.
Un sitio de lujo, al lado del rio, precios populares, comida muy buena, trato inmejorable.
Probar la tarta de asiático, riquísimo
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