Fuimos a desayunar y todo estaba riquísimo. La tarta de lavanda totalmente recomendada.
Un lugar muy bonito, decorado con mucho gusto.
La única pega que tengo, es el servicio que es muy lento. En la terraza tienen a un solo camareros para diez mesas aproximadamente.
También debo destacar que la atención del camarero, a pesar que estaba solo y a tope, fue muy buena.
¡Parada obligatoria! Pasando por la puerta me llamó la atención lo bonito que es el local y la verdad es que no les han faltado ningún detalle. Ahí esta la prueba de que me pedí dos capuccinos por lo rico que estaba y porque queria seguir disfrutando del ambiente. Además, en la carta, tienen opciones para perros. Volveré cada vez que pase por la ciudad.
Precioso sitio, con una bonita decoración y muy agradable.
Tiene una terracuta en un lugar privilegiado en la plaza de la Iglesia.
Los aseos muy bonitos
La persona que lo regenta muy agradable.
Café muy rico y exquisita presentación con preciosas tazas.
Bizcocho y tarta de queso muy rica. Y zumos de fruta natural
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