Calidad precio está muy bien. Es un sito agradable, con un buen ambiente y una calidad en la comida insuperable. Además dejan entrar con perritos siempre que este sepa comportarse y no moleste.
Pedimos cuatro hamburguesas, tres postres , un agua, una cerveza, una cocacola, y dos cafés y salimos en torno a 20€ por persona.
Es un bar para volver sin dudarlo!
La comida está muy rica, la verdad. La tosta de pollo riquísima, al igual que la hamburguesa vegana. El sitio precioso y acogedor.
Pero el baño está cerrado al público, te tienen que abrir con llave y tienes que esperar a que puedan venir a abrirte. Al final todo el mundo se queda esperando para ir al baño y la dueña te pide que salgas ya para que entre el siguiente.
Entre persona y persona que lo usa, lo limpian y desinfectan, lo cual, por una parte, hace que el baño esté especialmente limpio y huela muy bien, pero tienes que esperar y esperar para poder entrar.
Restaurante familiar, pequeño y tranquilo.
Hamburguesa de buey rica y un tiramisú casero más que recomendable. 😃
(recomiendo que cambien las patatas de la hamburguesa por unas casera para que sea perfecta).
Buen trato y buena atención.
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