Buena parrilla y la camarera muy maja. Estefanía nos atendió estupendamente. Probamos el tomahawk y estaba perfecto en cuanto al punto, mención especial al parrillero por su mano. Lo acompañamos con una ensalada y los postres son caseros
Pasados todos los bares/restaurantes y casi desapercibido encontramos este restaurante , una gran terraza con toldos entre casas pero con algo de vista a una torre de la muralla y a la calle principal. No tiene menú, tienes que coger carta a unos precios razonables. Por lo que pagas te ponen unas raciones generosas y quedas bastante satisfecho, su especialidad es carne a la brasa , pedimos costillar de cerdo y estaba en su punto y muy bueno , acompañado de una salsa picantona que le daba un buen toque. Nos atendieron super rapido y al momento nos trajeron agua para el perro que lo agradeció pues hacia bastsnte calor. Al llenarse el restaurante perdieron un poco el ritmo y tardaron bastante en pedirnos postre pero a pesar de eso te atienden muy
bien y son agradables .
Dimos por casualidad con el lugar y hemos quedado encantadas. Trato, calidad y precio muy buenos.
Pedimos parrilla de verduras para compartir.
Una morcilla.
Un secreto.
Una sepia a la parrilla.
Postre: tarta de quedo hecha aquí, EXQUISITA.
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