Héctor El Imperterrito
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La comida genial, y en cantidad generosa pero que te permite llegar al postre sin pedir una ambulancia (si eres de buen comer). El servicio rápido atento y agradable. No es la primera vez que vengo y es un valor seguro. La terraza al lado del río es una gozada. Y la crema montañesa es para llevarse a casa a la cocinera.
Buenísima opción para probar algunos de los platos cántabros más típicos. Recomiendo reservar mesa con bastante antelación para comer en la terraza con vistas al río, nosotros almorzamos dentro.
Pedimos platos en vez de menú, aunque tras probar los productos, diría que si hay bastante hambre, el menú merece la pena.
El cocido montañés espectacular (1 ración es bastante generosa, para 2-3 personas da), y los escalopines con foie increíbles. La tarta de queso y el coulant de chocolate estaban buenísimos también.
El servicio fue excepcional, aunque lento, porque había muchísima gente y el camarero estaba algo saturado. Creo que con más personal, la experiencia mejoraría.
Siempre q tenemos la oportunidad de parar aquí a comer lo hacemos.
Lugar mágico y único.
Literalmente comes en un puente encima de un río con unas vistas inmejorables.
Comida excelente (probad el cocido montañés y el lechazo al horno...,tremendos!!)
Precios económicos.
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