Éramos 4 amigas. Llegamos a las 7 de la tarde y tomamos un vino blanco que nos recomendaron allí mismo. Excelente. Una hora después nos quedamos ya a cenar. Todo exquisito. Trato muy amable y los precios nos parecieron muy correctos. Recomendable 100%. Mejor reservar para cenar porque se llena en seguida.
Nos sentamos porque vimos que en la carta tenían empanada, pero al pedirla nos dijeron que se había agotado así que finalmente pedimos pulpo. La ración estaba muy buena, tiene buena cantidad y relación calidad precio. Además, nos resultó curioso que viniera sin patata de relleno como en otros lugares.
Antes de pedir comida, con la bebida nos trajeron unas aceitunas, que nos gustó mucho como estaban aliñadas.
Fantástico, nos atendió un camarero muy amable y profesional, siempre presto.
La comida muy bien, con una carta no extensísima pero a la vista que muy cuidada, el precio asequible y el lugar bastante peculiar.
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