Desayuno con vistas al mar, tienen una buena terraza con vistas al mar. Buenas tostadas y buen café. Se pide en barra pero te lo sirven a la mesa. No se si seria por ser domingo que los camareros estaba un poco adormilados o enfadados entre ellos, pero aun así no nos atendieron mal.
Calidad precio del desayuno como en cualquier bar. Recomendable.
Llevo años visitando este sitio y apenas ha cambiado, con lo cual, cada vez que voy parece un viaje al pasado, concretamente a los años 70. Aún así está bien conservado. La música va en consonancia con lo dicho. Hay algo que lo caracteriza y es que es un lugar pintoresco, se nota que hay alguien con espíritu artístico que introduce elementos artísticos y originales. Para muestra un botón, dos taburetes con sillas de montar. Pero no es lo único, les invito a visitarlo y ver el resto. Además el entorno es bonito, está frente al mar y se desayuna bien.
Comida rica y trato excelente por parte de Anabel y Anuel.
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