Es un restaurante top de Cartagena, en un entorno privilegiado. Buena cocina, aunque algo irregular.
Estuvimos para cenar tres personas en agosto un día laborable. El personal fue muy agradable, todas chicas. La experiencia fue 2/3 satisfactoria.
Excelente mero en una presentación muy colorida, bellísima y de gran sabor, cantidad adecuada. También recomendamos el steak tartare y los entrantes. En cambio, el rodaballo era un trocito mísero para ser un plato principal.
Buen nivel de postres.
La carta de vinos es variada y tiene opciones para todos los bolsillos.
Queremos volver.
Todo bastante bueno, mi primer caldero y seguro que repetiré.
Las ostras increíbles.
El personal muy atento en todo momento.
Si os gusta el chocolate probad el postre Panotli, es la especialidad.
Una experiencia fantástica a todos los niveles, no esperábamos menos de este joven pero afamado local gastronómico de Cartagena, y aun así superó nuestras expectativas, desde las maravillosas vistas que tiene al puerto, pasando por la excelencia de sus platos, a cual más exquisito y finalizando por lo más grande que tiene este establecimiento, su personal, profesionales siempre atentos al cliente para que su disfrute sea máximo. Gran calidad en la materia que utilizan para la elaboración de sus platos, destaco su pulpo a la brasa y su tarantelo de atún donde la presentación es una obra de arte a la par de su sabor, por supuesto sin desmerecer al resto de sus otros platos incluyendo los postres donde la torrija o la tabla de quesos llaman la atención del comensal. Muchas gracias por ofrecer este servicio en Cartagena.
Si è verificato un errore! Riprova tra qualche minuto