Fuimos a comer un cocido montañés que estaba exquisito además de contundente, también pedimos un par de raciones, pastel de cabracho y unas croquetas, de postre tomamos una torrija y una tarta de queso para compartir también muy ricas, salimos rodando literalmente, el trato fue espectacular. Volveremos sin ninguna duda. Por cierto la finca preciosa, imprescindible de ver.
Maria Jesús Sanz Laguens
+5
Celebramos allí la boda de mi hijo. La finca es muy bonita y la comida excelente. Producto de calidad y bien tratado, nada que ver con esos platos de nombre rimbombante que se quedan en nada. La ceremonia fue al aire libre pero tiene carpa preparada por si llueve (es Cantabria). Desde el principio la atención fue perfecta, tanto en la prueba del menú como en los preparativos y la propia celebración. Tienen un cocinero que es todo un personaje. La única pega es que para la ceremonia en sí pusieron muy pocas sillas y algunas personas que tenían necesidad de sentarse (por edad o patología) no pudieron hacerlo.
un lugar muy elegante con muchos cayetanos, esta rodeado de naturaleza y es muy bonito. la comida estaba super buena, sobretodo los postres, la tarta de queso y la torrija, el menu vale 35€ y te entra un pequeño entrante, primer y segundo plato, un sorbete y el postre con la bebida. los camareros son muy agradables y han traido la comida muy rápido, todo genial.
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