Comida excelente. Sofisticada y tradicional. Jamás he probado unas frituras tan delicadas y ligeras. Acogida perfecta en un local fresco que se agradece enormemente en estos días de canícula. Simpatía de parte de las dos hermanas, herederas de la Rica gastronomía del lugar, que gestionan el restaurante.
Merece la pena un desvío.
Buen menú el qué ofrece este restaurante, 3 primeros y 3 segundos, aunque me permitieron elegir 2 segundos. Los atención fue muy buena, incluso estando lleno. Las platos del menú me parecieron muy buenos, con cantidad y calidad. La tarta de queso está muy rica.
Hemos ido a comer seis personas, teníamos reserva. A parte de la carta, nos ofrecieron la posibilidad de menú, y éste era muy variado. Optamos por pedir entrantes más un menú por persona. Los entrantes, las tapas y el menú exquisitos, así como la atención recibida por parte de Lola y María. Lo recomendamos 100%.
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