Caro pero se come muy bien. Es pequeño y hay que reservar. Tiene 6 mesas redondas, aunque tienen estructuras para montarlas rectangulares. El solomillo muy tierno. No es un bar de tapas, al menos en invierno que no tienen terraza. Los postres muy rico.
Le daria 4,5 si pudiera. Comida de bastante calidad, restaurante tranquilo y muy buena atención. La única pega el precio, si que todo lo que probamos estaba muy rico y se nota que la calidad de la comida, el precio tiene que ser elevado pero creo que lo es demasiado. Aún así buen sitio para comer y repetiremos.
Un sitio donde darse un buen homenaje, no es barato pero la calidad de la comida es buena.
La atención muy buena también aunque quizás el dueño se excede en estar al lado de la mesa todo el rato queriendo entablar conversación de cualquier cosa.
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