Restaurante de alta gastronomía en Ciutadella. Está ubicado dentro de un hostal y el horario es limitado para no hacer ruido por los huéspedes. Nosotros teníamos reserva a las 22 h y a las 22:30 h cerraban cocina, aunque se portaron muy bien porque se quedaron más horas por nuestro grupo. La carta no es muy extensa pero prácticamente hay de todo. Lo primero de todo te sirven un vasito con espuma de tomate como detalle de bienvenida, estaba muy rica. De la carta, nosotros nos pedimos la berenjena, muy rica y la presentación increible. El tartar de crustáceos, algo picante pero muy rico, curiosa la naranja tan pequeña, muy bonito el plato. El cordero lechal, curioso que venga en formato tartar, muy original, estaba muy bueno. El bacalao, jugoso, no salado, también muy rico. Y por último, el steak tartar, estaba bueno pero demasiado picante para mi gusto, necesité varios vasos de agua.
De postre pedimos Asía, con coco, cacahuete, lima y jengibre. Ópera que es un bizcocho de avellanas, cremoso de avellanas y chocolate, avellana garrapiñada y helado de avellanas. Chocovado, que es cremoso de chocolate blanco y azúcar moscovado, remolacha y fresas. Y el coulant de chocolate que para mi fue lo mejor, te lo hacen al momento al horno y está muy muy rico, de los mejores coulants que he probado. Con los cafés te ponen unas mini magdalenas y unas nubes con sabor a canela que hacen ellos, ¡brutales!
La atención de las camareras fue muy buena, aunque algunos platos se equivocaron, lo compensaron.
El precio fue de unos 45€ por persona, algo caro pero al menos no te quedas con hambre.
Hemos probado el menú del mediodía y nos ha encantado!!
Se nota que el producto es fresco por su sabor y su textura, además de que sus elaboraciones están muy bien creadas.
Destacar que también ofrecen dos menús degustación (uno corto y otro más largo) que tienen muy buena pinta y maridaje.
Todo cuidado al detalle, tanto la comida como el restaurante.
Nos ha encantado la propuesta gastronómica del Rels. Hemos probado el menú degustación del día y también el tártar de ternera roja de Menorca. Los postres, muy buenos y la presentación, muy cuidada. La atención impecable y el lugar muy acogedor. Lo suyo era haber comido en el patio jardín que tienen, muy agradable, pero hacía mucho calor 😅
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