¡Muy contento con el sitio!Fuimos en Abril. -LA COMIDA, fantástica. Elegimos 3 personas el menú Calçots. Nada más pedirlo, nos dieron pan de pagès tostado, con su ajo y tomate natural para untar junto con una especie de “bonsai” lleno de embutidos colgados y ENTEROS, nada de precortados o cortados, donde podías ir cortándote la cantidad que quisieras. Luego llegaron las tejas de calçots, con su salsa individual para cada comensal, ¡buenísimos estaban! y para acabar, una pequeña barbacoa portátil con cordero, chuletas, pollo, chistorra, butifarra y morcilla (de arroz, que es lo único que no me gustó). Repetimos calçots pero con la carne no pudimos, ya que estábamos muy llenos 🙈. De postre, a destacar los músicos ya que cuando llegaron, nos dejó sorprendidos, porque nos imaginábamos un puñado de frutos secos con dos chupitos, pero trajeron un plato lleno y un porrón (que es lo que tiene que ser 😃). SERVICIO: Fantástico. Llegamos al primer turno y pensamos que quizás nos metían prisa al empezar el segundo, pero no fue así. Pudimos estar tranquilos comiendo sin mirar el reloj todo el rato. Desde el principio los camareros estaban atentos a cómo se desarrollaba la comida, si nos faltaba algo, si queríamos repetir, si preparaban ya la carne,etc. A destacar un camarero, que miró la barbacoa y se dió cuenta que nos faltaban las butifarras y al momento nos las trajo. También destacar la profesionalidad, simpatía y el carisma de otro camarero que estaba rapado ¡es un crack! Volveremos sin duda.