Restaurante de barrio con buena terraza, siempre que he pasado ha tenido bastante gente sentada. Hoy teníamos pensado ir a otro restaurante pero al pasar por delante y además encontrar un aparcamiento muy cerca hemos decidido probar. Servicio muy lento. Amable pero lento. Las raciones de tamaño un poco escasas, la comida de buena calidad, y los precios de fuera de carta caros. Un plato de gambas, sosas, normalitas de tamaño y de las que traen la cabeza sin sustancia 15 euros. Pssse. La media de bacalao muy rica pero le faltaban mínimo 4 o 5 trozos más. Las croquetas ricas, pero la ensalada que las acompaña sin aliñar ??? Los calamares fritos buenos pero simples de sal. Pedimos 2 tortillitas de camarones que fueron lo mejor de la comida. En fin no es un mal sitio para comer pero bajo mi punto de vista tampoco tiene nada como para repetir, a no ser que te pille cerca de tu casa. Creo que llevan poco tiempo y seguro que van mejorando. En unos meses volveré a ver que tal...
Comimos allí, y nos encantó la experiencia, personal atento y comida excelente, tanto en cantidad como en calidad. Muy buenos los boquerones que nos pusieron de tapa para acompañar la cerveza, fue lo que nos incentivo a pedir una fritura. Buenísimas las patatas bravas, que de presentación son diferentes pero con muy buen sabor. Todo un detalle el heladito del final. 100% recomendable.
EDITADO:
Hemos vuelto esta noche y con más miembros de la familia.
Ayer estuve por 1ª vez, fui con mi madre
El trato por parte de los camareros es bastante bueno.
Con la bebida nos pusieron una tapa de Potón.
Para almorzar pedimos: Ensalada "Lobo de Mar" y también Rabo de Toro.
Postre tiramisú y cafés. La última parte es la que menos nos gustó pero la comida muyyy buena.
La ensalada muy completa y la carne tierna y buena.
Volveremos para probar el pescado y lo que encarte.
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