Bar-Taberna de las de toda la vida. No pretendas encontrar refinamiento y sofisticación. Desayuno muy bueno, tostada bien servida (buen tamaño), aceite AOVE D.O. Baena y café en caña. Trato afable del personal (serios con los desconocidos, típico de tabernero cordobés). Decoración típica. Sólo se admite pago en efectivo, nada de tarjeta 💳
Muy buen desayuno, pero no tienen para pagar con tarjeta.
El lugar es de los de siempre, ninguna pretensión ni modernidades, obviamente jejej
Íbamos buscando un sitio para desayunar ya que habíamos dejado el hotel sin desayuno. De camino miré a la barra a través de la puerta. Buena pinta me dije... para dentro. El camero yo creo que era el dueño y fundador por que era encantador y buen buen vendedor. Nos acomodó a nuestro gusto con adulaciones. Nos indicó las posibilidades del desayuno y siempre añadir combinar o quitar como quisiéramos. Nos indicó los tamaños antes de elaborarlo y nos recomendo añadir jamón. Pedimos dos café dos zumos dos tostadas ( cuatro mitades) con aceite y tomate y jamón Serrano. Todo de primera y rico. Los camareros dentro de la barra eran muy correctos pero no tan aduladores como el más veterano que nos atendió. Todo nos salió por 11 euros. Bueno, creo que muy correcto pensando lo que nos cobrarían por persona en el hotel
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