Merece la pena la visita. Entorno idílico, muy agradable. Parada obligatoria antes/después de ir al monasterio. El parque tiene un horario determinado. Consultar dependiendo de la temporada. Acceso libre sin ticket, por lo menos los miércoles.
El lugar es precioso. Es gratuito y no hace falta reservar. Hace frío en invierno, pero es súper agradable para pasear en familia. Está muy bien cuidado
Ya solo pasear por los alrededores del Monasterio es un lujo pero te adentras en el recorrido natural de la casita y es como un cuento. Paseos diferentes con multitud de especies de árboles y plantas hasta llegar a la maravillosa casita, de arquitectura similar al resto de monumentos de la zona. Justo al lado de la entrada, hay un restaurante con una gran terraza. Pertenece a la famosa pastelería del pueblo "Paco Pastel" así que seguro, no defrauda. Hay que mirar bien horarios porque los jardines de dentro de la edificación y ésta misma, cierran antes que lo que es el bosque.
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