Llegamos a las 15:00 un sábado por casualidad y sin reserva. Denís, la camarera nos atendió siendo muy amable con un servicio impecable. Comimos de lujo, una carne espectacular, con un sabor que ya casi no recordaba. La tarta de queso casera. Calidad precio perfecto. Un lugar para volver sin duda. Muchas gracias.
Un local de 10. Llevado por un profesional como la copa de un pino, un camarero que hace lo imposible para salir adelante, con un excelente servicio, con ganas e ilusión de hacer las cosas bien, con un buenísimo trato a la gente. Pinchos diferentes y sobre todo exquisitos. Es un lugar para repetir, repetir y repetir porque es lo que lo hace único.
Estan sirviendo a domicilio y es una alegría. Todo riquisimo, la empanada de bacalao para chuparse los dedos, y recién hecha, que llega calentita a casa! Y las croquetas, caseras pero de verdad. Gracias por animarnos la cuarentena!
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