Fui a comer al Drago con mi familia y me encanto. Primero de todo el restaurante está muy bien ubicado y tiene unas vistas impresionantes del mar, muy agradable. El servicio fenomenal y muy atentos. No tardaban mucho en traer la
comida tampoco. De comer pedimos pulpo, ensalada de la casa, escaldon, y vieja guisada en su jugo. Toda la comida estaba buenísima y fresca con mucho sabor. El postre también estuvo maravilloso. Nos pedimos dos tartas, una de café y almendras y la otra tarta blanca. También nos pedimos un sorbete de mango que estaba brutal. Muy buen ambiente en el restaurante y una experiencia de 10. Recomiendo este restaurante si visitáis Tenerife.
Típico sitio canario, se come lo que se pesca del día. Comimos el pulpo, papas arrugadas, camarones y la vieja guisada. Los postres muy ricos.
Muy bien de precio
Mateo y su familia te atienden de maravilla. Es la cuarta o quinta vez que vamos y nunca defrauda. El local agradable, con unos helechos preciosos y bien cuidados. Pulpo, camarones y sobre todo las viejas con caldo, probablemente las mejores de la isla, merecen acercarse de vez en cuando. El postre de mango y el café a la vieja usanza completan el homenaje. Hay que reservar el pescado antes de ir y a veces se tarda en conseguir mesa. La inflación ha llevado la relación calidad precio hasta el límite, pero aún así, vale la pena.
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