Las croquetas y los calamares son espectaculares. Sobre todo las croquetas, pequeñitas pero súper sabrosas y caseras. Restaurante de comida casera muy sencilla y muy recomendable.
Un trato exquisito con una cocina excelente.
Sus arroces son excepcionales, así cómo sus croquetas e incluso sus pinchos de tortilla merecen mención aparte...si los quieres tomar en plan aperitivo dominical.
Postres caseros, carta de vinos a buen precio y el trato afable de la pareja que lo regenta hacen que uno repita sin cansarse.
Lo primero que quiero decir es que la que ha dado una estrella debe ser de la competencia, de verdad que alucino.
Llegamos por recomendación, la comida exquisita, casera y hecha con mucho mimo.
Montse nos recibió con los brazos abiertos, encantadora, detallista y una profesional como la copa de un pino.
Trato cercano y muy familiar, no está nada masificado.
Me atrevo a decir que uno de los mejores locales de Gijón.
Sin duda volveré con mi familia y amigos, antes de que se jubile Ángel porque sólo le quedan 3 años jeje.
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