El lugar es hermoso, la decoración le da un toque muy chori y está bien céntrico. Es amplio, tiene una terraza y además algunas mesas afuera, adentro tiene mesas altas y bajas... o sea que hay para todos los gustos.
La atención es muy buena, si hay mucha gente de repente puede ser un poco lenta pero es comprensible porque se ve a los dos garzones corriendo por todas partes. A la hora de almuerzo tienen la música más bajita y es un ambiente más relajado y cuando ya se hace más tarde cambia totalmente, la música es más prendida, más alta, y el ambiente es más de bar.
La comida es deliciosa, la tapa que nos pusieron estaba buena buena y los postres son fantásticos así que es un lugar muy recomendable para ir a comer a cualquier hora, en familia o con amigos 😁
Un lugar fantástico, donde tomar una cerveza y una copa. Muy elegante y original.
Pedimos solo un par de cervezas y las acompañaron con unos pinchitos realmente exquisitos. Camareros simpáticos, el dueño muy amable y la relaciones públicas muy bien. Sin ella no hubiéramos conocido el lugar. Gracias. Recomendado
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