Vinimos de visita a Granada y nos dijeron que era el mejor hindú de la ciudad, así que decidimos probarlo. La atención del personal fue muy agradable y cercana, la verdad que el trato ha sido excelente. De todo lo que comí lo que volvería a repetir una y mil veces es la keema samosa que son una especie de empanadillas con carne y guisantes, estaban realmente buenas. Las verduras pakora también me gustaron mucho, era un sabor que me resultaba familiar y a la vez de peculiar. El arroz con champiñones estaban exquisitos, tenían un toque picante que me gusta mucho. Lo que no me gustó tanto (no porque no estuviera bueno) fue el pollo tikka masala porque esta muy muy muy dulce, yo los sitios a los que he ido no suele ser así, y sinceramente a mi la comida dulce no me apasiona. Tampoco el pollo con mantequilla porque también está dulce, es cierto que un poco menos que el anterior, pero detesto lo dulce en exceso. Ahora eso sí, el pollo está tierno y jugoso. El nan de queso también lo pedimos, yo es cierto que no lo probé porque no me gusta el queso, pero el resto de personas disfrutaron comiéndoselo. La pinta es buena y es grande por eso llena bastante. Volveré a ir para probar otras cosas.