Este bar ha sido un gran descubrimiento, se ha convertido en mi favorito de comida asiática.
Las tapas están riquísimas, bastante cantidad y, lo más importante, gran calidad.
El precio ronda lo habitual.
El ambiente es tranquilo, aunque se está mejor en la terraza en esta época.
Camareros muy atentos y eficaces.
Estoy deseando volver y seguir probando los platos de comida que elaboran.
Probamos a tomar algo dentro del local y luego nos pasaron fuera. En verano, dentro se esta mas bien regular. Contando que el ambiente es un poco desordenado, caluroso y no muy acogedor. En la terraza es otra cosa, buen ambiente y temperatura para noche de verano. Probamos varias rondas de tapas para probar varios platos. Pollo teriyaki, gyozas, tallarines, tempura de verduras. Decir que me ha sorprendido la calidad de las tapas (para ser tapas) y la ración que ponen sólo como aperitivo. Se nota que son totalmente caseras. La tempura no muy grasienta, que es lo habitual encontrarse en estos platos; las gyozas acompañadas de salsa para mojar (3 unidades por tapa). De precio nada destacable. Como el resto de lugares. El servicio algo lento al principio, pero estando todo lleno en terraza se comprende. El resto de tapas no nos llamaron la atención para probar.
Un bar muy novedoso, con tapas asiáticas.
Muy buenas cantidades y camareros muy educados. De lo mejor que hay ahora mismo en Granada para tapear.
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