Cenamos el menú degustación corto y nos encantó todo. El servicio es muy amable y cercano, hacen un trabajo increíble con producto de la isla, de temporada y de calidad. A destacar la carta de vinos, con muchas opciones y variedad de vinos Mallorquines, de la península e internacionales. Volveremos en nuestra próxima visita a la isla.
Es como comer en casa de un amigo, trato familiar y producto de calidad, tomamos el menú de bollit de peix, cantidad y calidad de producto con dos notas discordantes, demasiado alioli sobre el bollit y el arroz, algo crudo y salado para mi gusto, pero en general lo recomiendo como experiencia. Al ser pescado según precio de mercado tener en cuenta que sale caro.
Experiencia muy familiar y acogedora, donde los alimentos son cocinados con ingredientes frescos y locales. Platos llenos de sabor que reflejan la cultura de nuestra tierra.
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