Asador de carne con comedor interior y terraza con vistas al mar situado cerca de la playa.
La ubicación es estupenda ya sea para comer o tomarse una copa.
De entrante pedimos empanadas de cebolla y queso, jamón y queso, pollo, y carne (siendo la más rica la de cebolla y queso). De tamaño son grandes y el sabor muy auténtico.
También pedimos una provoleta fundida y de principal un vacío de ternera y un chuletón con patatas.
De postre nos trajeron panqueque de dulce de leche y alfajor de maicena y coco.
Aunque son conocidos por las parrillada, y carnes a la brasa, solemos ir por las milanesas que hacen. Son siempre un acierto, y muy saciantes. Es muy recomendable para cualquier celebración, o incluso ir por las vistas que hay en la zona. Siempre nos tratan genial,y la verdad es que es un gustazo ir a comer allí.
Aunque sea un asador nosotros hemos optado por comer un plato combinado acompañado por unas empanadas, y tanto las cantidades como la calidad de los alimentos son exquisitos. Aunque la ensaladilla rusa no me llego a convencer, pero para gustos colores. En nuestra segunda vez probamos los espaguetis a la boloñesa y a parte de ser muy abundante, cada bocado es un disfrute para el paladar. Para el postre recomiendo ambos alfajores, una explosión de dulzura, están impresionantes. El servicio es muy amable y atentó. Las vistas al mar que rodean el local hacen del sitio un paraiso. Repetiremos sin duda.
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