Un descubrimiento. Camimo de Santander a Logroño he salido en islares para buscar donde comer. Y me he metido por que me ha gustado la pinta ya desde fuera. Entro, y el trato de la camarera ya te despeja las dudas iniciales: encantadora, simpática y profesional, hace su trabajo muy muy bien, como pocas veces te encuentras ya. La comida, unas patatas con marisco (muy sabrosas) y filetes de lomo plancha con huevo frito y patatas. Me ha encantado. Es comida sencilla y sobre todo casera, pero bien elaborada. Cantidad perfectaz ni corta ni demasiada, tirando más a abundante. El local tranquilo.
Para repetir. Merece la pena salirse de la autovía y parar a comer en este local.
Me alegro del resultado de la aventura.
No le doy 5 estrellas por que siempre hay que dejar margen de mejora 😜
El precio puede parecer un poco tirante hacia arriba para un menú del día, pero para nada, merece la pena totalmente. Y me incluyeron la cervecita. Son gente encima super agradable y cercana.
Muy muy a gusto
Entramos recién abierto. Y como estaba chispeando rápidamente se llenó de extranjeros de a pie.
Chelo vuela por detrás de la barra. Ella sola despachó tortillas, cafés, tostadas, cobraba....
Los "pinchos" de tortilla sirven casi para comer...: normal, con cebolla, con pimientos rojos y verdes o huevos estrellados con jamón.
Todo muy rico y servido de manera eficiente.
Tipica taberna de pueblo, agradable, buen trato. Nosotros comimos un pollo asado con patatas, lechuga y unos tomates. Estaba todo delicioso, el pollo en su punto.
Como contrapartida diré que la cocina abre un poco tarde, hasta las 14:20 no nos trajeron el pollo.
Poro aún así, muy recomendable.
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