Hemos almorzado allí de camino a Granada. Pedimos pipirrana que es espectacular de buena que esta, chuletas de cordero y choto al ajillo. Las chuletas un poco escasas pero buenísimas de sabor y el choto tbien muy rico aunque un poco duro. Y acompañado de una Alcázar que está muy rica tambien. El servicio magnífico muy pendientes y amables. Por poner una pega pondría algún tipo de señalización a la entrada del desvio para ir al restaurante ya que en navegador te vuelve a meter en la carretera.
Paramos a comer ya que íbamos de viaje por la A44 y fue un gran acierto. Llegamos sobre la 13:15 y con suerte hubo sitio porque había muchas reservas, y con motivo. Pedimos la morcilla de entrante que estaba impresionante, un revuelto de espárragos buenísimo y un entrecot al punto que estaba ideal también. De postre pedimos un flan y un puding casero. Además cuando te sientan la mesa ya preparada con unas aceitunas de muy buena calidad, pan y unas patatas.
El trato muy agradable también.
En resumen, lo que iba a ser una simple parada de viaje, fue una gran experiencia gastronómica.
Sitio típico andaluz.
Conforme entras ya te encuentras tus aceitunas y un paquete de patatas fritas. Me gustó mucho este detalle.
El personal muy amable desde la entrada, sobre todo la chica que nos atendió, muy amable y simpática en todo momento.
La comida es de calidad, las cantidades no son exageradas pero aún así se come muy bien y nos sació.
En cuanto al precio no me pareció barato pero tampoco es caro, una cosa normal, un precio adecuado para el sitio y la calidad.
La ubicación quizás fue lo peor, el GPS no marca bien el camino por el que hay que salir, pero tampoco es que sea una odisea, dimos a la primera con él.
En cuanto al lugar es espacioso y se puede aparcar bien, por adentro está muy bien decorado y me gustó todo en general.
Repetiré!!
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