Un sitio muy agradable para comer, buena comida y buen servicio y ambiente.
He de decir que los entremeses no eran muy esquisitos, el lomo de orza no era muy fresco y el jamón estaba atocinado, aunque estaba rico para quien le guste así. Los demás platos súper buenos.
El menú era completísimo, muy rico y las raciones muy abundantes. Los camareros muy atentos y simpáticos.
Cuando fuimos la primera vez, nos encantó el restaurante, es precioso, espacioso y muy buen cuidado. Cuando conocimos a Virginia, Lola y Manolo, nos trataron estupendamente y decidimos contratar con ellos la celebración de nuestra boda. Por desgracia, nos pilló la pandemia y tuvimos que posponer la celebración.
La forma de tratarnos, de tranquilizarnos y facilitarnos las cosas no tiene precio, y más en una época tan dura para este sector en particular. Cuando retomamos los preparativos, estaban pendientes de todo, nos aconsejaron según nuestras necesidades y nos dieron muchas opciones. En esos días de tanto estrés, el hablar con ellos era de las pocas cosas que te hacían pensar que todo va a salir bien. Y cuando llegó el día, así fue.
Mis invitados aún hablan de lo bonito que era todo, de lo cómodos que estaban, de lo bien que comieron, de lo buenísimo que estaba todo... No faltó de nada. Se hicieron cargo de cada imprevisto que ocurrió, cualquier incidente...
La profesionalidad de cada una de las personas que trabajan allí hicieron que ese día fuera perfecto. Nosotros solo teníamos que estar pendientes de disfrutar.
No tengo nada más que palabras de agradecimiento para ellos. Contaré con ellos en cada evento que tenga que organizar.
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