Ambiente casi libre de ruidos excesivos por que esta retirado del tráfico, aunque la última vez que estuvimos, había una mesa con unas 12 personas gritando tanto que nos tuvimos que cambiar por qué no podíamos ni hablar del escándalo que tenian. De ésto no tiene culpa el establecimiento, por supuesto. La comida es buena, destacando las patatas bravas y las croquetas de la casa. Y como detalle de la casa, unos chupitos gratis.
Volvimos otro día y hubo algunas deficiencias: tardaron en traernos la carta. Los chocos fritos no son chocos, son pota. Parecida pero no igual...
Genial, dimos con el sitio por casualidad cuando ibamos hacia otro restaurante y decidimos probar. Para empezar el servicio de 10, camarer@s muy atentos y agradables. Nos hicieron recomendaciones y estaba todo exquisito, fuimos a cenar y pedimos morcilla de arroz, dos empanadillas y Canelon de rabo de toro. Genial, super rico todo, me gustó más la empanadilla de ternera pero las dos estaban muy ricas. Pagamos 24€ por la comida y dos bebidas. Repetiremos pronto.
Argentina al alcance del paladar. Sabores espectaculares con un toque casero y productos de calidad donde se nota el cariño por la cocina del chef. Esmerada presentación. Limpieza y trato impecable por parte del personal. El vino argentino espectacular. El sitio muy agradable y el entorno con los árboles muy relajante apartado de los coches de la avenida. Buena relación calidad precio. Tienen una amplia carta tanto de productos argentinos como de proximidad. Tanto para tapear como para una comida más formal. Sin duda para repetir.
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