Perfecto, pasamos por la puerta y entramos a tomar una cerveza. Al final decidimos comer aqui y fue un acierto.
La comida en su punto la atención muy buena.
Relación calidad/precio muy buena. Tienen dos menús y una carta variada.
Sitio muy recomendable.
Bien para comer fuerte. Tiene un menú del día por 18€ contundente (otro especial por 23€). Pedimos patatas meneas, garbanzos con callos, delicias de ibéricos y tostón de cuchifrito. Todo bastante rico, y de postre tarta de la abuela y de queso. El vino de la casa bastante regulero, creo que ahí podrían mejorar. El servicio muy amable aunque corriendo a todas partes.
Hicimos ruta por la zona. Espectacular.
Y para celebrar que nos gustó tanto, comimos allí.
Importante: reservar con antelación, ya que al ser un pueblo tan turístico suele estar concurrido.
Tomamos menú del día: callos con garbanzos, patatas meneás, y alubias con oreja.
De segundo entrecot, solomillo al roquefort y lagarto.
La guinda del pastel fueron unas tartas de la abuela, un tiramisú y una tarta de queso, con sus cafés.
Destacar que todo estaba rico y muy bien cocinado y bien presentado.
Por cambiar, mejoraría un poco el vino de la casa.
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