Me encantaron los platos que pedimos y su presentación, no se si llegamos tarde para cenar ya que el servicio fue un poco a trompicones, el lugar es muy acogedor y agradable. Volveremos a comer!!
En medio de la Geria, con un comedor bien protegido del calor semi soterrado en un ambiente muy relajado y fresco. La atención es exquisita y sus elaboraciones y su carta de vinos muy amplia y deliciosa
Menú muy interesante, comida riquísima, igual que el vino. La terraza es preciosa, sin duda merece una visita. Los trabajadores y la Chef muy amables. Opciones veganas y vegetarianas, también ayudan a modificar algún plato por si hay intolerancias, lo cual se agradece mucho.
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