Restaurante familiar, pequeño y muy acogedor.
Hemos comido muy bien.
Los mojos que hace el hijo son riquísimos. También hemos pedido almogrote y croquetas de la casa. Muy rico.
Pero el plato que recomiendo principalmente es el conejo con papas… espectacular. Gracias a la cocinera y a toda la familia!
Un sitio pequeño con muy buen ambiente y un servicio amable.
Pedimos queso a la brasa,el cual estaba muy bueno y era bastante generoso.
Después la garbanzada nos dejó algo fríos, el solomillo estaba algo seco pero bueno gracias a la salsa castillo, y el bacalao algo escaso y con quizás mucha grasa, pero riquísimo.
En general bien pero no es un sitio que nos sorprenda en cuanto a comida,pero remarcar el buen trato del dueño.
Convento del siglo xviii adaptado como taberna/bar. Lo regenta una familia canaria con mucha atención y profesionalidad. La comida es casera y solo decir que es excepcional y riquísima. El queso asado muy rico y el conejo, pollo y bacalao espectacular. Sin duda los comentarios que tiene son porque se lo merecen. Muchas gracias por todo y volveremos a repetir siempre que pasemos por vuestra zona.
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